Ical El enoturismo y el ecoturismo en familia serán los pilares de la estrategia de la Ruta del Vino de Rueda para este año, después de analizar el impacto del COVID-19 y de comprobar que las nuevas preferencias del turista pasan por realizar viajes cortos y cercanos, por la búsqueda de entornos naturales y poco masificados y por la seguridad sanitaria.
Según un comunicado de la asociación, la Ruta del Vino de Rueda tiene una serie de potencialidades que “maridan” perfectamente con las nuevas tendencias que ya se han venido trabajando en 2020. Además, también se argumenta que la reciente comunicación de la concesión de subvenciones a las Rutas del Vino de Castilla y León por parte de la Junta supone “una clara apuesta por el turismo enológico y el desarrollo turístico y económico del medio rural.
Esta ayuda permite seguir trabajando, no solo por el mantenimiento de la certificación como Ruta del Vino, sino también por la promoción de destino a través de diferentes acciones, tales como la recuperación de la campaña estratégica de Enoturismo en Familia, el diseño y puesta en marcha de actividades vinculadas al año Xacobeo, la puesta en valor de la gastronomía a través de actividades como ‘Sabores Comuneros’ o la realización de acciones promocionales que potencien los entornos naturales y el turismo activo”.
Para este año, la Ruta del Vino de Rueda se plantea continuar con la tendencia al alza en cuanto a número de viajeros se refiere -que desde 2018 se venía registrando-, así como mantener la tercera posición como ruta del vino con mejor oferta enoturística a nivel estatal.