Soledad Aller.
La realidad se basa en hechos, cuya percepción varía en función de nuestro estado de ánimo. Deberíamos simplificar más nuestra vida, al fin y al cabo, como dijo Benjamin Franklin “El vino hace la vida más fácil y llevadera, con menos tensiones y más tolerancia”.
Es un ritual no exento de disciplina , el descorche ,la etiqueta debe estar hacia quien vaya a compartir este momento con nosotros. Con la navaja del sacacorchos procederemos a retirar la cápsula cortando por debajo del gollete. A continuación, se introducirá el tornillo del sacacorchos en el centro del corcho, dando tres vueltas solamente, evitando de esta forma traspasarlo y ensuciar el contenido, tiraremos de la palanca hacia arriba y ¡¡a disfrutar!!.
Hay pocos placeres similares a claudicar un día cualquiera con una copa de vino, el problema con el que nos podemos encontrar es abrir una botella sólo para disfrutar de una copa, ya que al entrar en contacto con el oxígeno comenzará el proceso de oxidación , y la pérdida de cualidades.
Podemos evitar esta reacción química con un económico accesorio, la bomba de vacío, la cuál salvaguardará la entrada en contacto de estos dos elementos y nos permitirá sonreir con un solo pensamiento , otra batalla luchada, otra batalla ganada.
