Soledad Aller. La eterna duda de cualquier amante del vino, al que le gusta disfrutar de un buen vino es ¿cuál es el equilibrio entre la cartera y la botella?.
Uno de los axiomas establecidos es que un buen vino debe ser eterno en el paladar pero no en el bolsillo. Cabe destacar que la división en DO para determinar la calidad de un vino ha sido, desde el punto de vista del propio Robert Parker esta ha sido la causa de la crisis de los vinos en Francia.
Australia, por ejemplo, elabora un vino mundialmente conocido como premier cru, cuyo único secreto es elegir las mejores y más viejas cepas de Syrah, nacidas en mil viñedos desconocidos a lo largo de miles y miles de kilómetros de la Australia meridional. La criatura en cuestión se llama Penfold`s Grange Hermitage. No quiero que este dato lleve a errores, esta maravilla cuesta ,dependiendo de la añada, un notable pico para el bolsillo de cualquier mortal. Aunque dadas sus cualidades en un sistema de DO posiblemente triplicaría este precio.
¿Qué necesidad de arrinconar grandes botellas de vino por no cumplir algún artículo de la normativa?.
