El origen de la ‘limonada’ -hecha con vino- se encuentra, según diversas fuentes, en las ciudades de León y Ponferrada se basa en las disputas entre cristianos y judíos. Dichos populares comentan que durante la celebración de la Pascua en la Edad Media, los cristianos solían bajar al Barrio Húmedo de León (a la Judería), porque consideraban que los judíos eran los responsables de la muerte de Cristo e iban en busca de venganza (de ahí la nada políticamente correcta expresión de «matar judíos»). Como estaba prohibido el consumo de bebidas alcohólicas durante esos días, las autoridades, para intentar frenar estos ataques, permitían que en las tabernas cercanas se vendiera una bebida alcohólica rebajada (vino tinto rebajado con agua, limón y azúcar -tipo sangría-) para contentar a los parroquianos y que no se entretuvieran en otros menesteres. En Ponferrada, la leyenda cuenta que durante la Semana Santa los judíos bajaban a bañarse al río pero en una ocasión un grupo de cristianos les dio muerte tiñendo el agua del Sil del color de la ‘limonada’.
Sin embargo resulta difícil atribuir un origen geográfico a la misma, al tratarse de una bebida muy extendida en otras provincias como Ávila, Segovia, Soria, Toledo… El origen sin duda hay que establecerlo en el medievo, cuando durante la celebración de la Pascua, la única bebida permitida era el vino tinto rebajado con limonada.
En la provincia leonesa, cuando alguien va a tomar esta limonada dice que va a «matar judíos», una expresión que según otros dichos populares procede del siglo XIV cuando el rey de Navarra Felipe IV decreta por el año 1306 la primera expulsión de los judíos,habiendo evolucionado la expresión de otra anterior: «Limonada que trasiego, judío que pulverizo».
Sobre su composición,los ingredientes principales son vino, limones, fruta, azúcar, canela y el «toque» final del barman. El tiempo de reposo,en un sitio fresco, es al menos de tres días, removiendo el preparado cada 24 horas, si bien, según la receta, puede llegar hasta los ocho.