Las ventas de la Denominación de Origen Toro durante los seis primeros meses del año han experimentado un crecimiento del 18 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, en especial de vinos tintos calificados como ‘joven roble’. Entre enero y junio de 2018 se vendieron 7,7 millones de botellas, el 18,12 por ciento más que en el primer semestre de 2017, donde el mercado internacional tiene un peso importante, a pesar de que España sigue siendo el mayor nicho de mercado.
Estos vinos tintos con menos de doce meses de crianza en barricas siguen siendo los que copan la mayor parte del mercado. Mientras que en el primer semestre de 2017 se comercializaron 2,2 millones de botellas, en el mismo periodo de este año se han vendido 3,5 millones de botellas, lo que supone un incremento del 58,83 por ciento.
Los vinos jóvenes blancos y rosados han mantenido sus ventas, aunque se espera que también experimenten un ligero crecimiento en los próximos meses debido a la época estival. Por su parte, las ventas de los vinos crianza y gran reserva, han aumentado considerablemente -73 y 100 por ciento respectivamente- aunque la producción de estos vinos no representa un porcentaje excesivamente relevante en el total de contraetiquetas de la DO.
A corto plazo, el Consejo Regulador de la DO Toro continuará trabajando en la organización de misiones inversas con países que han tenido una buena respuesta hacia los vinos de la zona, además de incluir otros con perspectivas de crecimiento. Para el presidente del Consejo Regulador, Felipe Nalda, Toro es una región con vocación exportadora, y el aumento de las ventas y la presencia de los vinos en el exterior es, en parte “fruto de la labor que se ha estado llevando a cabo en los dos últimos años”, declaró.
