Ical Los primeros vinos de paraje y vinos de villa de la Denominación de Origen Bierzo, con el nuevo etiquetado que reconoce estas unidades geográficas menores, se encuentran ya listos para salir al mercado, según informaron fuentes del Consejo Regulador. Tras casi seis años de trabajo y múltiples labores tanto técnicas como administrativas, las bodegas Cantariña Vinos de Familia, Descendientes de J.Palacios, Silvia Marrao Barreiro y Losada Vinos de Finca serán las primeras en lanzar estos caldos que abren una nueva etapa para la zona de producción berciana.
Cabe recordar que esta nueva clasificación geográfica es fruto de la aprobación del nuevo pliego de condiciones, un documento que también permite la utilización de dos históricas variedades autóctonas -merenzao y estaladiña-, así como la posibilidad de elaborar claretes y monovarietales de garnacha tintorera y que incorpora, además, a diez nuevos municipios como productores acogidos.
Tras el visto bueno del pleno del Consejo Regulador, la presidenta, Misericordia Bello, valoró el hecho de que la DO Bierzo sea “pionera” en el sector del vino español con esta nueva clasificación de viñedos, que aporta “mayores exigencias en la producción”. En ese sentido, los nuevos vinos han superado un control exhaustivo por parte de los técnicos del Consejo. Este proceso se inicia antes de la vendimia en las parcelas en las que se tiene previsto elaborar estos vinos, siguiendo por la vigilancia de los rendimientos por parcela previstos en el nuevo pliego de condiciones y su identificación.
Características diferenciadoras
Fundamentalmente, los vinos de villa tienen un rendimiento de kilogramo de uva por hectárea un 20 por ciento menor al máximo fijado para los demás, mientras que en los de paraje el rendimiento es de un 25 por ciento menos. En definitiva, se prima la calidad frente a la cantidad. Por otro lado, los vinos de paraje podrán dar lugar a vinos de viña clasificada tras cinco años tipificados como vinos de paraje, siempre que su calidad sea reconocida por el comité de expertos del Consejo Regulador.
Al cabo de cinco años, esos vinos pueden evolucionar a gran viña clasificada, con un rendimiento de uva un 35 por ciento inferior al máximo fijado. Lo que significa que los primeros vinos de viña clasificada del Bierzo podrían ver la luz en 2025 y habrá que esperar a 2030, como mínimo, para poder ver un gran viña clasificada. El Consejo Regulador estima que la práctica totalidad de bodegas que se vayan acogiendo a las nuevas clasificaciones y que estén en condiciones de sacar al mercado vinos de paraje o de villa reservarán partidas para alcanzar, tras los plazos indicados, las clasificaciones más exclusivas.
Toreno y Torre del Bierzo
Por otro lado, de los diez nuevos municipios incorporados a la DO Bierzo tras la aprobación del nuevo pliego de condiciones, Toreno y Torre del Bierzo ya han inscrito las primeras parcelas. El Consejo Regulador espera la incorporación paulatina de nuevas parcelas en los próximos meses procedentes de los nuevos municipios.