Las grandes ocasiones están «regadas» siempre por vino pero en raras ocasiones se termina la botella. Muchos son los que guardan esa botella empezada durante unos días aunque al volver a echarse otra copa notan que ha perdido su esencia y sabor característicos, y esto puede ser porque no hemos sabido conservarla bien. Pero, ¿cuánto dura una botella de vino en plenas condiciones una vez abierta?
Durabilidad del vino
La duración de las características del vino dependerán del tipo y decantación del mismo. Una vez que el vino ha sido decantado, te recomendamos que lo bebas lo antes posible porque ya se ha expuesto a la oxidación.
La duración de un vino rosado oscilará entre 1 y 3 días, por su característico sabor frutal se desvanecerá rápidamente. Lo mismo curre con su frescura y su toque frutal, que desaparecerán apresuradamente. Aunque existen variantes de los rosados como los Chardonnay, que podrían llegar a durar más gracias a su especial elaboración.
Los vinos tintos para su conservación se dividirán en cuerpo ligero o con cuerpo. Los tintos de cuerpo ligero sólo durarán de 1 a 3 días por su sabor frutal. Los vinos tintos con cuerpo durarán un poco más, de 1 a 5 días. Éstos vinos pueden mejorar su sabor después de haber sido abierto uno o dos días antes, sobre todo si son jóvenes y tánicos. La fruta se desvanecerá, pero la oxidación prevalecerá.
Los vinos dulces o moscatel son los que mayor duración tienen, ya que pueden llegar a durar de 7 a 10 días, porque cuentan con alto contenido de alcohol y azúcar que actúan como conservantes.
El vino se oxida
Durante los primeros minutos de la apertura del vino comienza la oxidación, por eso movemos la copa para que el vino se oxigene y libere sus aromas. El oxígeno en pequeñas cantidades ayuda al envejecimiento del vino. Sin embargo, si el vino está expuesto demasiado tiempo al oxígeno su evolución será peor. Podemos reconocer fácilmente un vino oxidado ya que nos gustará menos su aroma y su sabor.
Sus componentes se volatilizan
Algunos componentes del vino son volátiles, es decir, cuánto más tiempo estén en contacto con el aire más se volatilizarán y desaparecerán. Por lo tanto, si no queremos la volatilización no expondremos el vino al máximo.
¿Cómo conservar una botella de vino una vez abierta?
Tan pronto se hizo la ley se inventó la trampa y por eso cada vez hay más artilugios que permiten conservar una botella de vino abierta con todo su sabor.
Bomba de vacío
Para los amantes del vino, este gadget es un verdadero aliado. Gracias a las bombas de vacío podremos abrir una botella, tomar la cantidad que deseemos y cerrarla al vacío para evitar que el vino pierda sus cualidades. Suelen incorporar de uno a cuatro tapones de goma o silicona. Simplemente tendremos que introducir en la botella uno de estos tapones, para después poner sobre el mismo la bomba de vacío bien ajustada. Empezará el bombeo del aire hasta que oigamos un click o nos cueste bombear, esto nos dará la señal final de la extracción total del aire de la botella.
Enfriador o conservador de vino
Los enfriadores de vino permiten conservar la botella de vino. Esta tecnología crea en la parte vacía de la botella una inofensiva capa de gas inerte (argón) que evita la oxidación del vino y lo mantiene a su temperatura ideal.
Otros consejos
Debemos mantener el vino en un lugar fresco como el frigorífico, en posición vertical para que el vino esté lo más alejado del contacto con el oxígeno y que esté bien tapado, para evitar que entre oxígeno u otros aromas. Además, debemos recordar la temperatura de conservación y de consumición recomendada para nuestro vino.
Fuente: La Revista Digital del Vino