Miriam Badiola El comité de cata encargado de determinar la calidad de la añada de 2018 de la Denominación de Origen León, calificó hoy esta añada como excelente, tras evaluar diez vinos, tres de ellos blancos de la variedad Albarín, y cuatro rosados y tres tintos de Prieto Picudo.
El analista de vinos José Peñín, encargado de la lectura de la calificación, aseguró que León tiene que “aprovechar el valor de contar con dos variedades autóctonas dentro de su provincia”, al ser “originales, con sabores y características que difieren de otras variedades”, lo que “atrae el catador y al periodista extranjero”.
Según explicó Peñín, “el clima sosegado en la cosecha de 2018, de menos volumen, algo que es de fiar”, hizo que la madurez fuera más lenta “lo que hace que guarde mucho más los aromas”. Sorprendido por el sabor de Prieto Picudo, consideró “los tatinos rudos se suaviazan” dando lugar a “una añada suave con una madurez más sosegada”.
El presidente de la DO León, Rafael Blanco, puso de relieve que “ningún vino es cien por cien varietal, de calidad o de León si no es con la indicación en la parte posterior de la botella de la Denominación de Origen León” y explicó que el comité de cata estuvo compuesto por los directores técnicos de las denominaciones de Origen Rioja, Pablo Franco, Ribera del Duero, Agustín Alonso, y Bierzo, Carmen Gómez, los cocineros Juanjo Pérez del restaurante Cocinandos, Amparo Rodríguez de Los Poinos, y Javier Rodríguez de Delirios, los enólogos Rafael Alonso y Francis Giganto, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo, Martín Méndez, el sumiller Fito Benéitez, y el presidente de la Academia Leonesa de Gastronomía, Ramón Villa.
También estuvo presente en la lectura de la calificación de la añada 2018 el consejero de Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que trasladó la “satisfacción de la Junta” por el resultado de “uno de los buques insignia de la alimentación de Castilla y León como son los vinos”, con una producción “basada en una tierra dura pero generosa, con cepas centenarias y muchas personas comprometidas que ponen técnica, tecnología y cariño para conseguir vinos de alta calidad”.
Para Suárez-Quiñones, la DO León “parte de una tradición vitivinícola que se ha hecho nombre” y que permite disfrutar de unas bodegas con 1.400 hectáreas que dan un vino muy rico, de mucha calidad y que es un éxito en la exportación”, ya que prácticamente el diez por ciento de la producción es exportado a México, Estados Unidos y los países del norte de Europa, tanto Holanda, como Bélgica o Alemania.
El consejero también recalcó que se trata de un éxito de León y de su industria agroalimentaria de León”, que desde la Junta se apoya en toda su cadena de valor, desde “la modernización de las bodegas hasta el apoyo a la internacionalización”, explicó.
Por su parte, el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, recordó el recorrido de la DO León como “marca identificativa de lo que significa el vino de una zona geográfica importante del sur de León”, que presenta un “crecimiento exponencial” y apuesta por la calidad con el Albarín como una de las estrellas.
Finalmente, el alcalde de León, Antonio Silván felicitó a la DO León por una añada “que va a continuar poniendo el listón muy alto en cuanto a los vinos de León”, con 41 bodegas vinculadas a ella y más de 300 viticultores.