Científicos han descubierto que el resveratrol, un compuesto del vino tinto, y la metformina, un medicamento a menudo prescrito para combatir la diabetes tipo 2, tienen muchos de los beneficios neuroprotectores de una dieta baja en calorías y la práctica de ejercicio.
Según informaciones de la agencia Europa Press, en un estudio publicado esta semana en ‘The Journals of Gerontology’, investigadores del ‘Virginia Tech Carilion Research Institute’, en Estados Unidos, y colegas muestran que el resveratrol preserva las fibras musculares a medida que envejecemos y ayuda a proteger las conexiones entre las neuronas llamadas sinapsis de los efectos negativos del envejecimiento.
«Todos disminuimos a medida que envejecemos -señala Gregorio Valdez, profesor asistente del Instituto Carilion de Investigación de Virginia Tech-. La marcha, los problemas de equilibrio y la alteración de la coordinación motora contribuyen a los problemas de salud, los accidentes, la falta de movilidad y una menor calidad de vida».
«Trabajamos para identificar los cambios moleculares que ralentizan los déficits motores que se producen con el envejecimiento. Creo que estamos cada vez más cerca de aprovechar los mecanismos para disminuir la degeneración inducida por la edad de los circuitos neuronales», añade este experto.
Los científicos estudiaron ratones de dos años de edad -generalmente considerados como «viejos»- que fueron tratados con resveratrol durante un año, prestando especial atención a las sinapsis llamadas uniones neuromusculares. Estas sinapsis son esenciales para el movimiento voluntario porque transmiten los comandos motores que fluyen desde las neuronas de la médula espinal hasta los músculos.
Mismos beneficios que una buena dieta y el ejercicio
Anteriormente, Valdez descubrió que la dieta óptima y el ejercicio pueden proteger las sinapsis unión neuromuscular del desgaste del envejecimiento. En este estudio, los investigadores muestran que el resveratrol -una pequeña molécula de origen natural, bien conocido como un componente químico del vino tinto- puede tener un efecto beneficioso similar.
Los científicos también descubrieron que el medicamento de la diabetes metformina ralentizó la tasa de envejecimiento de las fibras musculares, pero no afectó significativamente al envejecimiento de las uniones neuromusculares. Sin embargo, el fármaco posiblemente puede proteger las sinapsis en diferentes cantidades de dosis, según Valdez.
«La metformina es un fármaco aprobado por la FDA [agencia norteamericana del medicamento] para tratar la diabetes, pero nuestro estudio sugiere que también puede servir al propósito de frenar la disfunción motora que se produce con el envejecimiento -señala Valdez-. Podría haber una oportunidad para los investigadores y médicos de estudiar a la población de pacientes que usan este fármaco y preguntarse si la metformina también tiene un efecto positivo en la función motora y cognitiva en los seres humanos».
Valdez aclara que las personas no obtendrían los beneficios neuroprotectores masivos vistos en ratones bebiendo vino debido al contenido relativamente bajo de resveratrol. «En el vino, el resveratrol está en cantidades tan pequeñas que no podíamos beber lo suficiente en la vida para tener los beneficios que encontramos en los ratones que recibieron resveratrol», detalla Valdez.
«Estos estudios son en ratones y yo advertiría a cualquier persona que llenara sus cuerpos con resveratrol en cualquier forma. El siguiente paso es identificar el mecanismo que permite que resveratrol proteja las sinapsis. Si conocemos el mecanismo, podemos modificar resveratrol o buscar otras moléculas que son más eficaces en la protección de las sinapsis», augura.
Fuente: La revista del vino