La sabiduría popular nos enseña que intercambiar regalos lleva asociado un tinte de felicidad. Esto se debe a que se crea un ambiente de conexión social, ya sea familiar o de amistad. Pero también es de sabios reconocer que no existe un regalo igual de perfecto para todo el mundo, por lo que queremos compartir contigo unos pequeños consejos para acertar seguro estas navidades.
Una experiencia: Las personas que reciben regalos experienciales se sienten más conectados con la otra persona que quienes reciben algo material. Compartir un viaje (ya sea al Caribe o de acampada); se pueden encontrar paquetes de enoturismo a buen precio que incluyen alojamiento, visita a una bodega e, incluso, una cata de vinos; saltar juntos en paracaídas o un paseo a caballo por Doñana. Este tipo de experiencias siempre se quedarán grabadas en la memoria, y hay opciones para todos los bolsillos.
Algo hecho por ti (o por vosotros): La tendencia Do it Yourself (DiY) llegó a España para quedarse hace ya un par de años. Las personas que reciben regalos hechos a mano sienten que demuestran más amor. Quizá esta sea la razón de que cada vez existen más locales con este emblema donde se pueden adquirir todo tipo de materiales para fabricar monederos, bolsos, jerséis, cajas o álbumes de fotos forrados o, incluso, fabricarlos in situ, solo o acompañado, y llevártelos a casa. Cualquier idea que se te pase por la cabeza puede ser materializada. Y, ¿por qué no?, regalar una botella de vino y hacer tú mismo la etiqueta personalizada
Una botella de vino: Esta opción, sencillamente, no puede fallar. Se trata de un regalo elegante, que lleva implícita la acción de brindar, en los momentos buenos y en los malos, incluso por los momentos más cotidianos (que a veces son el mejor regalo). Así lo propone la nueva campaña de la Interprofesional del Vino en España, con su campaña “Marida mejor tu vida con vino”. Nunca es tarde para animar a los seres queridos a introducirse en el mundo de la enología. Además, se puede acompañar la botella con un kit de accesorios, que incluya medidor de temperatura, decantador, pack de almacenaje, etc. ¡Que no le falte de nada!
Un buen libro: La cultura es un bien que nunca pierde valor y no ocupa lugar (sobre todo si los libros se regalan en formato digital). Además, no nos olvidemos del valor añadido que aporta el coleccionismo. Hay algo en el ser humano que le incita a coleccionar, ya sean libros, sellos, cómics o pokémons. Todo consiste en conocer a la otra persona y saber qué desea añadir a su preciada colección. ¿Y qué tal una guía de vinos de España?
Un kit personalizado: ¿Y si en lugar de un solo regalo, regalamos unos cuantos pequeños? Es importante conocer qué hace a esa persona única, qué aficiones tiene, en qué invierte su tiempo libre y, en base a estas características, combinar pequeños objetos en una caja en forma de kit de supervivencia. Puede ser una cajita de belleza o de ropa deportiva. O, si eres valiente, puedes confeccionar tu propia cajita incluyendo los productos que consideres más apropiados. Explota tu creatividad y demuestra cuanto valoras a la otra persona con este pequeño gesto tan tradicional.