ICAL. El descenso generalizado del consumo del vino y la importancia del enoturismo y las tecnologías en la inversión de esta tendencia fueron los temas principales abordados el pasado martes durante las últimas horas del congreso Duero Wine Fest celebrado desde ayer en Salamanca.
Uno de los expertos mundiales de enoturismo, Gregely Szolnoki, abrió su ponencia en el congreso con un aspecto en el que incidieron ponentes anteriores: el declive generalizado del consumo del vino en Europa y sobre todo en los más jóvenes. En su opinión, el enoturismo puede ser una oportunidad de mejorar el consumo. Según los estudios de este profesor, el 80 por ciento de los turistas no están interesados en visitar una bodega y, por ello, deben centrar sus estrategias en atraer visitantes.
Unir la gastronomía al enoturismo, tener en cuenta la sostenibilidad o incluir aspectos más innovadores, como los tours digitales, o facilitar el acceso del turismo de caravana, en auge tras la pandemia, son, desde su punto de vista, algunos de los aspectos que se deben tener en cuenta en las estrategias enoturísticas.
Asimismo, durante la sesión se habló de la importancia de que las bodegas tengan un buen sistema de gestión, no sólo de la parte administrativa, la producción, la comercialización o el viñedo, sino también de los clientes y de los visitantes que recibe.
En el campo de las tecnologías, Ignacio Gurría, director ejecutivo del grupo de trabajo de Digitalización, el Hub de Digitalización y Vino de la FEV sobre digitalización y mercados del vino, animó a las bodegas a acometer bien su digitalización. “En tecnología nunca se llega tarde, se llega bien o mal, esa es la realidad; no es una cuestión de tiempo, sino de hacerlo bien”, señaló.
Además, instó a que consideren las webs propias como un distribuidor más, a tener controlada su presencia digital e hizo sobre todo hincapié en tener buenos datos: “El buen dato es un tesoro para la bodega. Y ese tiene que ser el objetivo, aunque nos cueste 15 años. Debería ser uno de los activos de la bodega”, añadió, insistiendo en que el enoturismo en la punta de lanza de la venta de vino.
Por su parte, Sarah Jane Evans, ‘Master of Wine’ y especialista en vinos españoles de la revista británica Decanter, consideró que los vinos de un territorio tienen que buscar una “marca fuerte” para posicionarse en el extranjero. La marca Duero, con uno de los grandes ríos españoles como referencia, o la marca Bierzo, que se ha apoyado sobre todo en personas y personajes, son para ella un ejemplo de “fortaleza comercial”, mientras que “el potencial se pierde en denominaciones más genéricas, como ‘Vinos de Castilla y León’”.
Unas 400 personas asistieron en estas dos jornadas a las diferentes ponencias y catas organizadas en Duero Wine Fest, un congreso promovido por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León a través del Instituto Tecnológico Agrario y que tiene como objeto posicionar al Duero como “uno de los ríos vitivinícolas más importantes del mundo”.
Esta tercera edición celebrada en Salamanca, tras Valladolid en 2021 y Burgos en 2018, procuró dar voz también, debido a su cercanía con Portugal, a elaboradores y expertos del país vecino, con el cual se comparte río.