Soledad Aller.“A bebedor fino, primero dulce y luego vino” Refrán
Como ya os indique en el blog de la semana pasada, existe una intensa actividad de catas y maridajes en nuestra zona, bueno, pues quiero destacar que un cata maridada que finalice con un vino dulce es como culminar un pastel con su guinda, simplemente ronda la perfección para aquellos/as amantes del vino y de toda su cultura.
Os voy a enumerar dos tipos de vino dulce, los cuales son ,casi, una apuesta segura de calidad y éxito en cualquier evento que queráis organizar, o simplemente para daros un gustazo un día cualquiera. Al fin y al cabo no hay fechas determinadas para disfrutar, es lo bueno que tenemos, y no nos pueden robar, la felicidad de disfrutar de la combinación perfecta entre vino y alimento.
El Sauterne es un vino dulce francés, muy característico de la bodega Chatêau d´Yquem.
Un sauternes maduro, cuando su color ha tornado a oro viejo, con maravillosos aromas a miel, damasco y caramelo, incluso cuando el color es pardo dorado, el sauternes puede seguir siendo delicioso. Muchos Yquems del SXIX continúan estando en condiciones óptimas de consumo hoy en día, pueden envejecer igual de bien un blanco.
Pero se pueden encontrar varios sauternes más económicos que los descendientes de esta bodega, desde el Château de Fargues, Château de Climens, Château Coutet, Château Suduiraut y el Château Lafaurie-Peyraguey.
Otra variedad de vino dulce digno de mención para este blog sería el Oporto vintage, incluso cuando su color ha pasado a ser tostado claro y tiene más de 70 años, es digno de mención su sabor especiado rico y generoso y su largo final. Necesitan un envejecimiento de al menos veinte años, las bodegas más destacada en la actividad de creación del Oporto Vintage son: Taylor, Graham, Fonseca, Quinta do Noval, el Nacional, Dow y Cockburn.